Pesadillas


La pesadilla se repetía noche tras noche;
despertaba
y no estabas a mi lado
Tú y tu manía
de dormir encima de mí.

Mírame


Mírame con esos ojos golosos
con esos ojos traviesos
con esos ojos curiosos
con esos ojos celosos
con esos ojos rabiosos

mírame como si fuera la primera vez que me vieras
como si fuera a ser la última
como si fuera un amigo
como si fuera el verdugo
como si fuera de mí no hubiera nadie
no hubiera nada
no hubiera nunca
no hubiera hubo

mírame desde la atalaya en la que te crees seguro
con esas gafas de ver de lejos lo que tienes cerca
mírame de reojo y con disimulo
con esas gafas de ver de cerca
de demasiado cerca

mírame porque tenga monos en la cara
porque te parezca mono
y aunque te parezca un mono
porque vengo del mono igual que tú

mírame aunque tenga el sol a mis espaldas
porque tengo el sol a mis espaldas
y ya que tengo el sol a mis espaldas
(que no sabía que tuviera tantas)
considérame un eclipse y mírame con tus gafas de verme oscuro

mírame pero no me señales con el dedo
y no me defiendas con tu silencio
ni me delates con tu sonrisa
ni me denuncies con tu mirada
¡pero mírame!

que me mires y me digas si te atreves
que no existo
que no estoy
que no soy

que me mires y atrévete a decirme
que tú
que yo
que ¿quién?

mírame...
y aleja la rabia
y olvida los celos
y sé curioso y travieso con tus ojos golosos

mírame
porque solo entonces
podrás verme.